RICOBLOG

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domingo, 13 de marzo de 2011

VALORES - I y XI (AGRADECIMIENTO y GRATITUD)

No es posible hablar o escribir sobre “agradecimiento” y no hacerlo de forma simultánea sobre “gratitud”, así lo acota el propio diccionario de La RAE al definir agradecimiento como “acción y efecto de agradecer”, dando a agradecer el significado de “sentir, mostrar gratitud o dar gracias”, es decir, ambos conceptos se nos presentan como inseparables y casi sinónimos.
Cómo dijo Francisco de Quevedo “el agradecimiento es la parte principal de un hombre de bien” sin embargo, la condición humana parece inclinarnos de forma casi natural hacia el rencor en lugar del agradecimiento. Es más fácil recordar a aquel que nos ha dañado en lugar de tener presente a quien nos ayudó. El poeta irlandés Thomas Moore fue muy gráfico, al respecto, cuando dijo: “los hombres suelen, si reciben un mal, escribirlo sobre el mármol; sí un bien, en el polvo”.
El agradecimiento o la gratitud encuentran sus máximos obstáculos en la vanidad, la envidia, el resentimiento y la falta de humildad; elementos que te empujan a sacarle defectos a todo y que por el más mínimo detalle, sin importancia, te impiden valorar el esfuerzo o mérito de algo bien hecho, es más, te pueden llevar a caer en la “ingratitud” índice de soberbia y egoísmo, los favores que recibes, lejos de inspirarte agradecimiento, te inspiran rencor, y es que al ingrato no le resulta fácil reconocer el mérito de los demás, fruto de su mediocridad espiritual.
El agradecimiento ha de generar una sensación de felicidad, un sentimiento repleto de pensamientos positivos, el agradecimiento es el que nos permite pronunciar, en voz alta, “GRACIAS” una expresión que como un ungüento mágico proporciona una sensación de plenitud y bienestar, tanto a quien la pronuncia como a su destinatario.
Si en algún momento llegamos a pensar o sentir que alguien nos debe gratitud, la buena acción que hayamos podido realizar que nos lleva a sentirnos acreedores, se habrá transformado en algo indigno de agradecimiento porque se ha transformado en “interés”.
El agradecimiento es relacional, es decir, requiere de la intervención de al menos dos personas: “Alguien me otorga algo de forma libre y desinteresada”, un agradecimiento sincero lo que exhibe es un sentimiento de reciprocidad, manda un mensaje de “me gustaría devolvértelo”, y ello, aunque la posibilidad de respuesta sea inferior que la de quien se ha recibido, y es que la gratitud no está en lo que se da sino en el hecho de darse.
La fábula de Esopo “LA PALOMA Y LA HORMIGA” nos ilustra este extremo en su relato: “Obligada por la sed, una hormiga bajó a un manantial, y arrastrada por la corriente, estaba a punto de ahogarse. Viéndola en esta emergencia una paloma, desprendió de un árbol una ramita y la arrojó a la corriente, montó encima a la hormiga salvándola. Mientras tanto un cazador de pájaros se adelantó con su arma preparada para cazar a la paloma. Le vió la hormiga y le picó en el talón, haciendo soltar al cazador su arma. Aprovechó el momento la paloma para alzar el vuelo”. Incluso los aparentemente más insignificantes son capaces de proporcionar grandes beneficios a sus benefactores.
Lo bello de la gratitud reside en su desprendimiento. Si alguien recibe un “bien” y lo agradece solo por suscitar el agrado de su bienhechor, realiza una acción insensata, carente de sentido, porque el sentido del agradecimiento es mostrar que se comparte la actitud generosa de quien fue generoso con uno. Si somos sensibles a los valores, la bondad nos inspira no solo sentimientos de gratitud sino también conductas generosas.
Como los consejos me gusta cobrarlos no os daré ninguno, pero sí haré una recomendación: Hacer una lista por las cosas que sentís agradecimiento, para ello mirar a vuestro alrededor, que personas están a vuestro lado, que cosas tenéis, que os hace sentiros bien; para hacer la lista ser creativos al máximo y buscar también lo que os proporciona vuestro entorno, el día, la noche, vuestra mascota, etc. Lee esa lista un par de veces al día y disfruta, estarás generando una realidad positiva y satisfactoria para ti y para todos los que te rodean.

2 comentarios:

  1. Si dices: "Gracias, gracias, gracias" podríamos hablar de las tres gracias, como sabes pintura en la que Rubens representaba a las tres diosas nacidas de los amores de Zeus y entendidas como generadoras de vida. Jajaja... Gracias a tí.

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