Hoy está ampliamente aceptado que precisamos de contacto físico para sentirnos bien, y una de las formas más importantes de contacto físico es el abrazo.
Cuando damos o recibimos un abrazo damos vida a nuestros sentidos y reforzamos la confianza en nuestros propios sentimientos.
En un momento de álgida felicidad, de euforia, de pena, de asfixiante tristeza, en un reencuentro, en una despedida, en un momento en que no encontramos las palabras adecuadas o cuando por timidez o cualquier otra causa no nos atrevemos a decir lo que sentimos; en estos momentos como en muchos otros, un abrazo es la mejor manera de comunicar nuestros sentimientos, un abrazo es el más universal de los idiomas.
Los abrazos nos proporcionan:
- PROTECCIÓN: Sentirse protegido es importante y sobre todo para los niños y ancianos que precisan de elevadas dosis de amor.
- SEGURIDAD: Si no logramos sentirnos seguros actuaremos de forma ineficiente en nuestras relaciones interpersonales.
- CONFIANZA: Es el mejor antídoto para el miedo que genera el afrontar muchos deseos o retos de nuestra vida.
- FORTALEZA: La transferencia de energía que provoca el abrazo, tanto si lo das como si lo recibes, aumenta nuestras propias fuerzas.
- SALUD: Esa energía vital es capaz de aliviar dolencias menores.
- AUTOESTIMA Y VALORACIÓN: Mediante el abrazo podemos recibir y transmitir un mensaje de reconocimiento y excelencia.
Cuando estamos en un momento de emoción de dicha, estamos tan plenos de gozo que deseamos dar lo mejor de nosotros, nos sentimos repletos de una energía desbordante y transmitirla nos hace bien y a su vez reconforta a quién la recibe.
Pero también hay momentos de dolor emocional o físico, de tristeza, de abatimiento, de desconsuelo, etc., en ellos recibir un abrazo real y sentido es más reconfortante que una medicina, más sano que un “copazo” y más económico y ecológico que cualquier gasto de energía.
En ambos casos los resultados son espectaculares, recordemos que las fuerzas que están en juego en esa transferencia de energía son: protección, seguridad, confianza, fortaleza, salud, autoestima y valoración.
Por ello, abraza a tus padres, a tus hijos, a tus amigos, a tu pareja, a tu perro, a tu libro preferido y si estás sólo a tu almohada; por eso, de vez en cuando, detén el tiempo por unos segundos para dar o recibir un abrazo, o mejor aun para dar y recibir recíprocamente un abrazo, se emisor y receptor de tan magnífica energía.
Sé que esto no es viable, pero me gustaría tener un vídeo en el que almacenase todos esos abrazos que he dado y que he recibido.
Un muy largo abrazo para todos.
Una gran verdad todo lo que acabo de leér, no he podido por menos enviárselo a mi amiga Begoña, ella se siente sola y siempre me dece: "Necesito un abrazo Mabel, lo necesito", tanto en momentos malos como en momentos buenos es bién recibido, y un placer darlo, aunque al final es recíproco, ayer mismo hablando con alquien por teléfono dije: "Tengo que ir a Madrid, necesito abrazar a mis hijos"( Es cierto, lo llamo ponerme las pilas, de verdad que lo necesito, sino la tristeza, por no estar cerca de ellos me invade).
ResponderEliminarEn momentos malos y no tan lejanos, tu me abrazaste y me concolastes.
ABRAZOS!!! ABRAZOS!!!! terapia para todos.
Eso de "terapia para todos" me ha gustado y además creo que es bastante acertado, y es que es cierto que el movil de un abrazo es cien por cien emocional pero en un elevado número de casos las consecuencias terminan siendo realmente terapéuticas.
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