RICOBLOG

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lunes, 7 de marzo de 2011

¡VA DE VELAS! ¿VALE?

No voy a referirme a la popular expresión ¡Estar a dos velas! Ni tampoco al hecho de que las velas junto con los motores y el vapor, consiguieran que se pudiesen eliminar los esclavos de los remos, es de otro tipo de velas del que he decidido escribir. No quiero referirme, como dice la RAE al “conjunto o unión de paños o piezas de lona o lienzo fuerte, que, cortados de diversos modos y cosidos, se amarran a las vergas para recibir el viento que impele la nave”, sino “al cilindro o prisma de cera, sebo, estearina, esperma de ballena u otra materia crasa, con pábilo en el eje para que pueda encenderse y dar luz”. (Lo de las ballenas no lo conocía y jamás me lo hubiese imaginado).

No es en el ámbito etimológico sino en su utilidad y simbología donde quiero detenerme brevemente, y es que una vela siempre puede usarse cuando se precise o desee algo de luz, pues su misión básica es precisamente esa la de iluminar.
Sin embargo, la teoría clásica en parasicología considera que las velas son un símbolo de creatividad e independencia. Y es que las velas forman parte imprescindible de todos los hechizos y rituales de magia, además de proporcionar la luz suave y acogedora para cualquier encuentro romántico.
Desde la antigüedad, la energía que emana de ellas ha sido utilizada para realizar hechizos, encantos, amuletos, talismanes y fetiches, y esa misma energía atrae la mirada de los seres humanos que se sitúan alrededor y se dejan seducir por la palpitante llama que cimbrea en lo alto de la vela.
Encender una vela no es un acto trivial. Casi siempre la encendemos por algo o para algo. Como lo hacían nuestros antepasados. Como lo hacemos ahora. No es jugar con el juego alegremente sin ninguna finalidad. Desde los albores de los tiempos el fuego ha tenido un vínculo muy estrecho con la humanidad y se ha manifestado de muchas y diferentes formas. Fue adorado y utilizado en las primeras expresiones de signo religioso cuando la llama era considerada como la expresión material de una divinidad; se ha hablado de él y de cómo llegó a la humanidad en casi todas las mitologías. Prometeo, por poner un ejemplo entre muchos, robó la llama del monte Olimpo para entregárselo a los humanos. Los griegos rendían culto a Helesto, dios del fuego, y los celtas oraban a Bridget, diosa del fuego del hogar y la fertilidad. Incluso Empédocles, filósofo griego del siglo V a C., consideró al fuego como uno de los cuatro elementos de los que están compuestas las cosas, los otros tres son tierra, aire y agua.
Sin embargo, un ritual mágico con velas no es exclusivo de brujos y magos, de religiones o iglesias, casi todo el mundo ha llevado a cabo, en algún momento de su vida, un ritual con velas, quizás incluso sin darse cuenta de ello. ¿Te acuerdas de la tarta o el pastel de cumpleaños con velas, una por cada año de tu vida? ¿Recuerdas que te dijeron que cerraras los ojos, te concentraras y pensaras un deseo, y que, después de un soplo, las apagaras todas? Ese probablemente fue tu primer ritual con velas y seguramente no el único que tienes en tu haber.
Todos parecemos más guapos cuando nos alumbra una vela; no me extraña que se empleen casi siempre en los momentos románticos. Las velas nunca dan demasiada luz, siempre proporcionan una luz suave como una caricia para los ojos. Además, la llama de la vela, al atraer la atención de nuestra mirada proporciona un foco de atención donde descansamos nuestros pensamientos o, a través de sus colores y sus sinuosas formas, podemos concentrarnos, desplegar nuestras ideas o alimentar nuestra imaginación.
No negaré conocer que en el ámbito exotérico “olor a velas” anuncia una muy probable muerte de alguien, pero como dicho ámbito está fuera de mis creencias, me quedo con el magnetismo que me provoca el olor y la luz de una vela encendida y si es posible en agradable compañía.

2 comentarios:

  1. Ya sabes que a mi me encantan las velas, pero conozco a una adicta a ellas, Nana, algún día salimos ardiendo......

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  2. Claro que se lo que te gustan las velas, por cierto dile a Nana que tenga cuidado se acercan Fallas y no vaya a ser que organice una "Nit del Foc". Jajaja...

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