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martes, 22 de marzo de 2011

ACTITUD INNOVADORA

Acabo de leer el libro “La actitud innovadora”, un libro de Antonio Flores, CEO de Loop Business Innovation, a quién muchos apuntan como uno de los mayores expertos europeos en innovación y que en el citado libro afirma: “La actitud innovadora” que las personas y organizaciones que desean hacer de la innovación una forma de gestión de su vida profesional o su negocio deben tener los siguientes 5 rasgos: habituarse a vivir en la incomodidad; tener siempre una actitud de punto de salida; los innovadores actúan como filtro de conocimiento; son aplicadores de conocimiento y necesitan colaborar con otras empresas y personas.
“Si es cierto que nos encaminamos hacia una economía cada vez más de oportunidades y menos de estructura, empresas y profesionales deberán habituarse a vivir en la incomodidad, a gestionar la incertidumbre y aceptar continuamente el reto que representa explorar ideas de negocio realmente nuevas”, afirma. En su opinión, no saber gestionar la incertidumbre llegará a convertirse en un problema “grave porque vivimos en un mundo en el que las oportunidades serán rápidas, y tendremos que estar preparados para montar y desmontar organizaciones y currículos individuales a fin de aprovechar las ocasiones que se nos presenten”. Señala que se impone un cambio en la forma que hoy tenemos de entender la comodidad, y que “es necesario que aprendamos a ser más elásticos”.
El segundo principio para generar un nueva forma de gestión, es tener siempre una actitud de punto de salida, “tomar una y otra vez la salida exige que seamos capaces de montar y desmontar rápida y sucesivamente nuestra infraestructura para adaptarla a cada nueva oportunidad que detectemos y queramos explotar”. Afirma también que el pasado no sirve para justificar el futuro, “el pasado sirve para traernos hasta el lugar que hoy ocupamos y conferirnos la visión que tenemos en estos momentos, pero hemos de estar siempre preparados para tomar nuevamente la salida hacia nuevas fronteras e introducirnos otra vez en espacios de incomodidad”.
Añade también que los sujetos y las organizaciones innovadoras son un filtro personal e irrepetible, capaz de producir nuevo conocimiento a partir del conocimiento recibido. “El innovador (añade) es la persona que posee un buen conocimiento transversal, adquirido a través de la experiencia laboral, de la vida cotidiana, de sus aficiones, de sus conocidos, y de cualquier otra fuente, y lo aplica en cada momento a la consecución de un objetivo particular”.
En quinto lugar, habla de la necesidad de colaborar con otras empresas o personas.”Todos estamos más capacitados para iniciar o para ejecutar, y por lo tanto, necesitamos relacionarnos con quien está más dotado para la actividad complementaria”. En su opinión, el valor de las personas y empresas innovadoras no radica en explotar una idea, sino en generar constantemente nuevas ideas.
Concluye afirmando que la economía futura girará en torno a cómo se presentan las oportunidades y cuál es la mejor forma de aprovecharlas. “Dado que las oportunidades muestran una tendencia a ser cada vez más efímeras, será necesario explotarlas con mucha mayor rapidez y con estructuras que sean también lo bastante efímeras para poderlas montar y desmontar en poco tiempo. Si mi valor como persona o como empresa consiste en generar ideas, lo que debería hacer es poner en marcha la producción e ir a por la siguiente”.
Para Antonio Flores, existe en torno a la innovación una maraña de confusiones e indefiniciones “que están próximas a convertir el término en lo que el lingüista Samuel I. Hayakawa denominó purr-words o palabrasronroneo: términos cuya sobreutilización los rinde vacíos de significado literal y acaban por comunicar únicamente una alabanza poco definida…”
“La innovación empresarial necesariamente debe ser una actividad proactiva, alineada con el plan estratégico de la empresa, grupal y multidisciplinar, que coordina en base a las necesidades la acción desde el interior de la empresa (acciones de mejora continua y de explotación del valor existente) con las realizadas desde el exterior (acciones de ruptura o de nuevos escenarios de oportunidad). Siempre debe estar orientada al corto plazo, con objetivos claros y bien definidos y orientada a la aplicación del conocimiento ya existente en la organización o en el exterior de la misma”.
Aspectos, en mi opinión aplicables en el plano personal, siendo mi plan estratégico mi “visión”, aquello que deseo sea mi vida en el futuro.

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