¿Desde cuando estás hablando de tus planes y de tus deseos por darle otro rumbo a tu vida?, ¿Es eso, solo palabras?, ¿Cuántas mortecinas sentencias de por qué no se puede hacer una u otra cosa, te repites?: Los proyectos que dices quieres iniciar, las notas que deseas alcanzar, el trabajo que pretendes encontrar, el ejercicio físicos que quieres realizar, la dieta que has de comenzar, ¿Qué haces para ello?
La superación no es sino un proceso de transformación y desarrollo, mediante el cual una persona puede llegar a realizar mayores esfuerzos para lograr cada objetivo que se proponga, al adoptar nuevas formas de pensamiento y adquirir una serie de cualidades que mejorarán su vida.
No conozco a nadie que un día, al despertarse y mirarse al espejo exclamase: “¡Caray soy una persona diferente!”, la superación no llega con el tiempo, el simple deseo o la automotivación, la superación precisa de planificación, esfuerzo, trabajo continuo, constancia y resistencia. Pero…, si la superación es un deseo innato de la persona ¿Por qué nos frenamos tan frecuentemente? Y es que el principal obstáculo somos nosotros mismos, conspiramos contra nuestra superación personal con temores escondidos, excusas, la tóxica esperanza de una oportunidad “de oro” o la espera de que se presente el “momento adecuado”, en muchos casos reflejos de la pereza y el pesimismo del conformista.
Mediante su superación la persona puede alcanzar un estado de satisfacción consigo misma y con las circunstancias emocionales y físicas de su entorno y así disfrutar de una mejor vida, desde luego no basada en mayores comodidades materiales, aunque estas puedan venir asociadas, sino una mejor vida liberada de las trabas que nos imponen las ideas y sentimientos erróneos, ideas y sentimientos a los que les conferimos tal poder que se convierten en verdaderos impedimentos reales para nuestro desarrollo.
Pero romper todas esas ataduras que nos limitan no es un proceso fácil. Es preciso dejar atrás formas de pensar y comportamientos que se han ido adquiriendo con los años. Todo proceso de cambio es duro pero también gratificante pues si es cierto, nos está proporcionando una evolución ante la vida.
Ya hemos dicho que la superación personal se encuentra en la persona misma y no en los bienes materiales, como tampoco es exclusiva de una determinada edad, tanto jóvenes como menos jóvenes son capaces de alcanzar grandes logros, solo necesitan no detenerse ante una pretendida falta de experiencia o del desgaste natural propio de los años: Renunciar a mejorar equivale a una vida triste, gris y con falta de aspiraciones.
Es cierto que no podemos olvidar la existencia de los obstáculos, siempre los habrá, pero la verdadera superación consiste en afrontarlos, cobrando nuevos bríos en esa pelea. En esta vida nada es fácil, lo cierto es que todo lo que vale la pena exige perseverancia y paciencia para alcanzarlo, en esa pelea la superación se sublima, pero lejos de toda vanidad y soberbia, mientras nos provee de la satisfacción de ir aproximándonos a la mejora personal.
(Con esta entrada queda completada la lista de 20 conductas o valores enumerados en “VALORES, DEBERES Y DERECHOS”, por lo que con ella finaliza la serie; me gustaría deciros que ha sido una serie con la que me he divertido mucho y he aprendido bastante, gracias a vuestros comentarios y correos, ¡GRACIAS!).
Gracias por esta serie "VALORES, DEBERES Y DERECHOS", creo que hemos aprendido todos, yo por lo menos si, otra cosa es que lo ponga todo en práctica jajaja.....
ResponderEliminarEn serio me ha encantado y siempre se queda uno con algo que realmente quieres intentar mejorar.
GRACIAS JOSE
Gracias a tí, por tu fidelidad con el Blog
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