Al despertarme esta mañana he notado que hacía un día espléndido por lo que he decidido prepararme un café y sentarme en la terraza contemplando plácidamente el jardín; la quietud y la tranquilidad se vieron de pronto agitadas al recordar una frase que oí hace algún tiempo “la vida es urgente”, sin abandonar la actitud reflexiva en la que me encontraba, tomé la decisión de no esperar y compartir con vosotros todo aquello que estaba llegando a mi cabeza.
Y es que el tiempo no se detiene, se va y no vuelve jamás, la vida continúa contigo o sin ti y en ese recorrido tú eres dueño de tus decisiones, tú decides hacer más de lo que te suma y menos de lo que te resta, tú decides entre la oportunidad de avanzar o la posibilidad de retroceder, el tiempo es como cuando coges agua con las manos, se escurre y escapa entre los dedos continuamente, deberás darte prisa si quieres beber.
Creo que ahí está el significado de la frase “la vida es urgente”, se requiere vivir con un cierto sentido de urgencia, con ambición y con entusiasmo ante la visión de la oportunidad y el deseo por lo que es posible, esa urgencia que te lleva a estar listo ¡Ya!, porque sabes que el momento que no disfrutes ahora se irá, esa urgencia que te impulsa a no postergar una acción encaminada a lograr lo que deseas alcanzar y es que el momento no es mañana, no es más tarde, es ahora mismo.
Soñar puede ser, anhelar de forma persistente algo, imaginar que las cosas son diferentes a como son, llegando incluso a dar por cierto lo que no lo es o representar en la fantasía imágenes o sucesos mientras se duerme, puede ser un espacio agradable y cómodo, incluso generarnos cierto nivel de satisfacción pero siempre será temporal, no se puede vivir la vida soñando ¡Hay que despertar y pasar a la acción!
Si puedes soñar es porque estás vivo, el estar vivo es lo que te permitirá avanzar y avanzar es la única fórmula para “alcanzar”; si no abandonas el estadio del pensamiento, estés dormido o adormilado, no tienes ninguna posibilidad de lograr tus sueños, la acción no garantiza el éxito pero es la única opción que te ofrece alguna posibilidad de conseguirlo.
Por tanto, si decides hacer algo, si te pones en movimiento podrás convertir tus sueños en realidad y es cada uno de nosotros somos lo que pensamos, lo que soñamos, pero dando paso a la acción. Alguien dijo: “Para ver cosas que nunca has visto solo debes hacer cosas que nunca has hecho”.
¿Estás despierto? ¿Qué vas a hacer? ¿Permitirás que tus sueños se queden anclados en tu mente o te harás dueño y señor de ellos para hacerlos realidad?
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