RICOBLOG

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domingo, 1 de enero de 2012

¿QUIÉN CERCENA TU DERECHO A OLVIDAR?

Es muy probable que alguna vez te hayas preguntado: ¿Qué es la memoria?, ¿Qué son los recuerdos?, ¿Cómo retienes y recuperas recuerdos?, ¿Qué es el olvido? ¿Por qué olvidas aspectos de tu vida?, ¿Que te lleva a olvidarlos?, desde luego no seré yo quién te facilite las respuestas, carezco de los conocimientos necesarios para hacerlo; puedo hacer lo que hago en otras ocasiones, puedo elucubrar sobre ello, es decir, construir una divagación más o menos complicada y con apariencia de profundidad.

La definición de memoria nos dice que se trata de una facultad psíquica por medio de la cual se retiene y recuerda el pasado. Sí por otro lado convenimos que experiencia es el conocimiento de la vida adquirido por las circunstancias o situaciones vividas, las recuerde o no, nada me impide inferir que la memoria es la parte que me posibilita moldear mi personalidad al constituir la parte consciente de mi experiencia, es decir, los recuerdos.

Pero cualquier sistema inteligente, sea natural o artificial, es decir, la mente o el disco duro de un ordenador, necesita olvidar, llega un momento que la información nueva, que se acumula constantemente, resulta demasiado amplia. Por eso y para hacer espacio para la información nueva o que se considera más importante, es preciso olvidar (delete) la menos importante o no utilizada en mucho tiempo, por ejemplo: nadie olvida la tabla de multiplicar del 2, consciente o inconscientemente la necesitamos y usamos constantemente, sin embargo, ¿Cuántos recuerdan como se resuelve una raíz cuadrada?, ¿Lo has utilizado alguna vez después de aprender como se hacía?

Jorge Luis Borges dijo: “Es una posesión, porque el olvido es una de las formas de la memoria, su vago sótano, la otra cara secreta de la moneda”.

El olvido a veces es autoprotección, un proverbio colombiano dice que “lo traumático no es el hecho sino el recuerdo”. De un acontecimiento traumático ¿qué queda? Por un lado un recuerdo que con el tiempo se va deformando, por otro lado la herida, de la herida ¿qué queda? La cicatriz, pero la cicatriz ¿qué es, la memoria o el olvido de la herida?

Visto esto, parece claro que el olvido es una respuesta involuntaria y condicionada por determinadas necesidades, pero no es menos cierto que también tiene su dimensión voluntaria, ¿Quién no ha pretendido y a veces logrado borrar de su mente aquellos recuerdos que le causan dolor o incomodidad del pasado? Es un deseo humano transitar por los recuerdos incómodos o dolorosos lo más rápido posible. Creo que es importante asumir que todo lo que se recuerda u olvida tiene que ver con lo que en el presente consideramos más interesante para nuestro equilibrio o tranquilidad.

Sin embargo, todo este sistema psíquico-emocional es roto cada año por la mayoría de las cadenas de televisión, las que en una especie de acuerdo tácito y durante la última semana del año nos martillean con lo que llaman más relevante o importante del año, no importa que tu hayas decidido utilizar tu capacidad de olvido, voluntario o involuntario, ellas te lo van a recordar y además con la moda de la llamada “redifusión” que no es otra cosa que repetir dos o más veces el mismo programa, lo que de una u otra manera cercena tu derecho al olvido.

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