RICOBLOG

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martes, 13 de septiembre de 2011

MARTES Y 13

Cuando esta mañana al levantarme he comprobado, nada más y nada menos, que era martes y 13, he decidido tomarme un día sabático, un día tranquilo, sin actividad y con una preocupación cautelosa ante cualquier evento que se me pudiese presentar; los augurios hablan de un día con tintes desafortunados, al menos eso es lo que vengo oyendo y leyendo desde hace años. Soy consciente de que las connotaciones negativas que se le dan a este día no tienen fundamento científico alguno, por lo que solo puede tratarse de un mito, como el de los gatos negros, pasar por debajo de una escalera, derramar la sal, etc., pero… ¿Cómo puede tener el alcance que tiene?

Superado el primer shock, por la denominación que recibe profesionalmente esta fobia llamada “Trezidavomartiofobia”, pensé que sería curioso investigar sobre sus orígenes o razones: En las culturas de España, Grecia y países de América Latina el martes 13 es considerado un día de mala suerte, con las mismas connotaciones que las aplicables al viernes 13 en las culturas anglosajonas o al viernes 17 en Italia.
¿Por qué el 13?

Salvando la particularidad del 17, en Italia, porque en números romanos se escribe XVII que es anagrama de VIXI, que en latín quiere decir “vivió / vivía” lo que implica que ahora estoy/está muerto; desde la antigüedad fue considerado como número de mal augurio, podemos centrarnos en el número TRECE que desde la antigüedad fue considerado un número maldito:

En la Última Cena había 12 apósteles y el que murió (todos conocemos quien) era el número 13.
La Cábala enumera a 13 espíritus malignos al igual que las leyes nórdicas.
El capítulo 13 del Apocalipsis se dedica al anticristo.
Loki, el espíritu del mal en la leyenda escandinava era el invitado decimotercero en la cena de dioses del Valhalla.

El número trece hace referencia a la muerte en el Tarot.
Lo cierto es que en estos momentos contamos con tanta historia que resulta fácil encontrar argumentos, fábulas o leyendas que permitan apoyar cualquier hipótesis, con independencia de su grado de fiabilidad, que al final no es otro que el que la sociedad les confiera. Pero este “mito”, esta tradición “maldita” ha alcanzado tan fuerte calado que incluso hay países en que sus edificios altos carecen de la planta trece, o líneas aéreas en las que en sus aviones se pasa de la fila doce a la catorce; en nuestro país también tenemos un claro ejemplo, nuestro campeonísimo en motociclismo Ángel Nieto fue doce más una vez campeón del mundo, expresión que sigue utilizando, ya que casualidad o no, no pudo alcanzar su decimocuarto campeonato mundial.

¿Y por qué martes?
Martes es una palabra que desciende del nombre del planeta Marte, que en la Edad Media lo llamaban “el pequeño maléfico”. Marte (o Ares en la mitología griega), es el dios de la guerra, por lo cual el día martes está regido por el planeta rojo, el de la destrucción, la sangre y la violencia. Además, la leyenda dice que un martes 13 se produjo la confusión de lenguas en la Torre de Babel, y que el martes 29 de mayo de 1453 cayó la ciudad de Constantinopla, lo que supuso un trauma para las potencias cristianas, y el martes, día de su caída, quedó asociado al dios pagano de la guerra y día de mala suerte.

En cuanto a la cultura anglosajona, la elección del viernes parece tener principalmente su origen en un hecho histórico, aun envuelto en polémica por lo oculto de las circunstancias en que al parecer se dio: El viernes 13 de octubre de 1307 la Orden de los Caballeros Templarios fue perseguida, en toda Europa, por la Santa Inquisición, fruto de la cual muchos de ellos fueron asesinados o condenados a la hoguera. Desde entonces el viernes 13 se considera fecha de mala suerte.
Personalmente si tengo que elegir alguna versión sobre Martes y 13, me quedo con la más divertida: Martes y Trece inicialmente fue un trío (posteriormente dúo) humorístico español formado por Josema Yuste, Millán Salcedo y Fernando Conde que marcó una época en la historia del humor en España. Su estilo se caracterizó por sus gags esperpénticos sobre la vida cotidiana (¿Quién no recuerda la empanadilla de Móstoles?) y las caricaturas de personajes famosos. Seguramente esto es porque no soy nada supersticioso y no lo soy porque un día alguien me dijo que ser supersticioso traía mala suerte. Jajaja…

2 comentarios:

  1. Jajajaja......
    Esa última frase que tanto te he oido, ahora también la utilizo yo, siempre me ha gustado.

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  2. Jajaja...

    Puedes utilizarla todo lo que quieras, no está registrada.

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