Me gustaría empezar
por resaltar el carácter no punitivo de la ética o de la moral, concepciones
que no imponen sanción legal o normativa alguna aunque puedan llegar a infligir
cierto grado de castigo social; no obstante, existe una excepción que se
contiene en los llamados códigos deontológicos; la deontología representa una
especie de ética o moral normativa reglada por principios de cumplimiento
obligatorio, tipificando determinadas actuaciones como “sí punibles”.
Mis dudas son: ¿La
ética contiene la moral?, ¿La moral contiene la ética?, ¿Una y otra se
contienen?, ¿Difieren o coinciden?, lo que parece incuestionable es que
cualquier actuación que podamos calificar de más o menos ética o más o menos
moral, contendrá términos como “bueno”, “malo”, “correcto”, “incorrecto”,
“obligatorio”, “optativo”, “permitido”, “prohibido”, etc., esto nos puede
llevar a pensar a que son sinónimos, sin embargo los juicios que provocan la
calificación de las conductas tienen un claro carácter subjetivo y por tanto
dependen de las percepciones personales.
Esto nos lleva a la
segunda derivada, ¿En uno u otro caso hablamos de la misma subjetividad?, ¿Si
esa subjetividad tiene orígenes diferentes, mantienen su similitud?, ¿Si la
subjetividad difiere, ética y moral también lo hacen?, lo primero es el
convencionalismo evidente en el uso de las palabras ética y moral y que han
sido utilizadas de forma distinta según la época, corriente filosófica,
religión predominante, e incluso según el autor o ensayista que las enuncia.
Lo que a mí me
parece incuestionable es que la moral tiene una base social que ha forjado un
tejido de normas establecidas que ejercen o pretenden ejercer una clara
influencia en la conducta de quienes conforman ese círculo social, lo que le confiere
una conducta colectiva y un código a observar, es evidente que la influencia
ejercida es externa al sujeto que la practica.
Por el contrario la
ética surge desde el interior de la persona, es el resultado de la reflexión o
irreflexión y la decisión personal, es el resultado de una elección individual,
en este ámbito ética y moral no tienen por qué coincidir, esta situación nos
coloca ante la paradoja de que determinado comportamiento pueda resultar
censurable desde una moral social y colectiva, mientras que para la ética
individual y personal de su actor sea un simple medio para alcanzar su meta o
viceversa.
Cómo código
colectivo, la moral establece un conjunto de valores que propician calificar
las conductas de aceptables o no, dibujan el “cómo ser” y por tanto marcan
pautas a nuestro comportamiento social; desde luego no voy a entretenerme en
enumerar lo que se encuentra convencionalmente bien visto en determinadas
sociedades, culturas o religiones a la vez que resultan frontalmente rechazadas
por otras.
Cómo código
personal, la ética no atiende a lo bueno o malo conforme a un grupo de
referencia; la ética es una concepción de vida con espacio para ideas y
convencionalismos diferentes a los propios, con respeto a otras creencias y
modelos morales en la medida en que no representen un impedimento a la libertad
de los demás sin dejar de ser coherente con sus convicciones, ello exige de una
capacidad cognitiva superior a la moral.
Puede ser simplista,
pero por poner un ejemplo de ética con independencia de la moral, citaría el
hecho de privar de la vida a alguien y no importa lo que de cobertura al hecho,
lo cierto es que matar no es ético pero puede estar moralmente justificado por
las perversiones o actos cometidos y condenados por la sociedad, la cultura o
la religión, en mi opinión ¡Lo ético debe estar por encima de lo moral!
No hay comentarios:
Publicar un comentario