RICOBLOG

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domingo, 15 de septiembre de 2013

LA ESQUINA



Te pones en mano de la aleatoriedad y preguntas a unos u a otros que les sugiere si les mencionas un espacio tan común y habitual como “La esquina”, algunos te dirán que una farmacia, una librería, una tienda de ropa, etc., pero probablemente la respuesta más repetitiva sea la de una oficina bancaria, o un bar o cafetería, y a algunos, afortunadamente a los menos, se les ocurrirá que es el lugar de trabajo de mujeres de moral distraída. En absoluto nada de lo que me sugiere a mí.
Para mí una esquina es una alternativa, es la oportunidad de decidir un cambio de dirección, una circunstancia que posibilita un giro en el camino, representa un cruce ante varias elecciones, puedes continuar con el itinerario habitual en el que no esperas sorpresas, aunque preso de cierto estado de tedio por ser lo de siempre, o decidir descubrir nuevas rutas al elegir caminos no frecuentados anteriormente o al menos inusuales.
Recorrer una y otra vez el camino conocido te propicia la sensación confortable de no tropezar con lo inesperado o lo nuevo, pero tal vez te impide descubrir lo ignorado, lo extraño o ajeno a tu realidad cotidiana. Girar en la esquina te podría proporcionar realidades diferentes y tu libertad te permite elegir, mantenerte en tu camino habitual con las insatisfacciones conocidas o girar en la esquina buscando otras sensaciones.
“Doblar la esquina”, expresión curiosa pero popular por su uso cotidiano convirtiéndola en un término coloquial, realmente podríamos decir que se trata de una paradoja que nos presenta una contradicción clara, cuando menos una redundancia, es como “subir arriba" o “bajar abajo”, no obstante el significado que hoy me gustaría darle a la expresión es el de introducir cambios en tu vida, buscar caminos diferentes, sin olvidar que no siempre ha de ser necesario hacerlo.
Tomes la decisión que tomes no es criticable, pero sin duda marcará el devenir de tus acontecimientos futuros. El argumento no puede estar en el confort que sientes sino en la satisfacción que te proporciona; si tu recorrido habitual te satisface y llena de felicidad no lo cambies, en caso contrario busca esa esquina que al doblarla te aporte lo que hechas en falta, con independencia de la incomodidad que represente siempre un camino nuevo y desconocido por recorrer.
Todo camino te llevará hasta un destino y conviene no olvidar que ni el éxito es definitivo ni el fracaso es fatídico, pero hayas elegido el que hayas elegido, en todos ellos puede haber algo auténtico, algo de ti mismo y esos son tus valores, los que evidencian tus apreciaciones, preferencias y elecciones.
No tengo dudas para afirmar que entre mis valores actuales y espero que futuros, esté el de aportar y compartir, aunque eso me exija “doblar la esquina” de vez en cuando.
A veces he soñado con que mi vida fuese como un receptor de radio, simplemente girar el mando y cambiar de frecuencia para recibir ondas diferentes, seleccionando en todo momento lo que más me conviene o por lo menos lo que más me apetece, pero consciente de la dificultad de culminar mi sueño seguiré pendiente de las esquinas que pueda encontrar en mi camino.

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