RICOBLOG

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domingo, 6 de enero de 2013

PODEROSO CABALLERO ES DON DINERO




“No pudo ser, ni el Gordo de Navidad ni El Niño”. Esta es una frase que por estas fechas se oye repetidamente y que aunque no lo recuerde es hasta posible que yo la haya pronunciado alguna vez. En definitiva refleja el deseo de un “golpe” de suerte que te proporcione unos recursos económicos muy superiores a los que en condiciones normales sabes que tendrás y la pequeña frustración esperada de que un año más no resulta ser así.
Conozco muy poca gente que no juega nunca a la lotería parapetados en su convicción de que es imposible que les vaya a tocar, pero como contrapartida conozco mucha gente que aun haciendo la misma declaración juegan al menos en los dos sorteos más típicos y clásicos del año, concediendo un espacio al “por si acaso”. El argumento que lleva a comprar lotería en esas fechas es el de que te toque no es nada fácil, pero sin participar es imposible.
En definitiva estamos hablando de “Dinero” y este es casi tan antiguo como la humanidad, ya en el Neolítico se practicaba “la permuta” que hoy conocemos como “compra-venta” y en lugar de pagar los bienes y servicios que se requerían se cambiaban por otros, esto empujaba a las tribus a alcanzar excedentes de lo que eran capaces de generar para poderlos permutar por los que generaban otras y ellas necesitaban o deseaban.
La ineficiencia del sistema de “trueque” terminó con la aparición del denominado dinero, que en una primera fase era respaldado por el atesoramiento de metales preciosos y que dando un gran salto en la evolución histórica del mismo acaba siendo lo que hoy se denomina “dinero fiduciario”, en el que las monedas y billetes no basan su valor en la contrapartida de oro, plata u otros metales preciosos, sino en la confianza de la comunidad hacia las entidades emisoras (Bancos Centrales y Estados).
De una manera u otra y con independencia del modelo monetario (o cambiario) estamos hablando de la capacidad de adquirir y por tanto de tener, lo que fue una necesidad de subsistencia con el tiempo se ha convertido en un gen que ha pasado a formar parte de nuestro ADN, por lo que mientras originariamente se escribía con mayúsculas “ADQUIRIR” hoy las mayúsculas se reservan para “TENER”.
“Vale lo que pesa en oro” o “Tanto tienes, tanto vales”, son expresiones populares que ponen de manifiesto que la potencia económica que se posee posibilita el hacerse un hueco entre los elegidos; hemos terminado construyendo una sociedad en la que el poder y estima de los demás está en función de la “riqueza” que tienes y que generalmente ostenta quién la ha logrado acumular.
Esta perversión marca la diferencia entre “generar riqueza” y “acumular riqueza”, expresiones que seguramente precisan que me explique, en mi opinión toda persona tiene capacidad para generar riqueza y de hecho todos la generamos, pero mientras la mayoría lo hacemos para satisfacer nuestras necesidades más comunes, otros lo hacen para acumular esa riqueza como medio para alcanzar prestigio y poder, que terminan logrando por lo que tienen y no por lo que valen.
Por otro lado, tratar de aumentar la capacidad de generar riqueza, con el fin de mejorar el nivel social que se tiene, no me parece censurable en la medida en que no se traspasen ciertas fronteras como llegar al objetivo sin importar lo que se deja atrás, olvidando amigos, familiares y compañeros, o perseguir estar en la “cresta de la ola”, tener más que los demás, sin importar que esto sea efímero o vacío.
Sustituir el consumo aparente por el consumo necesario es el mejor antídoto ante las ansias de poseer, de comprar o de tener más que el vecino y en una época en la que difícilmente nos lo vamos a poder permitir, tal vez, con suerte, recordemos que había otras cosas en la vida.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Añadiré que, por desgracia, el mundo está "montado" de manera que cada individuo no genera la riqueza en función del valor que aporta a la sociedad. Los parámetros están demasiado desvirtuados, encontrando demasiadas injusticias en esta vida. Y lo erróneo que es pensar "tanto tienes, tanto vales", cuando hay personas valiosísimas que apenas tienen para cubrir sus necesidades básicas. Lo importante es saber distinguir, poder generar, al menos, suficiente para vivir cubriendo lo imprescindible, y valorar lo que se tiene, así como poder sentir autorrealización personal, y disfrutar con lo que se hace.
    Un placer leer tu blog. Un abrazo.

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  2. El inicio de tu comentario es válido para el mío: "Totalmente de acuerdo".
    Un largo abrazo amiga.

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