(Con
dedicación especial y agradecimiento a mi amiga Elena Antón, quién me inspiró
tras unan conversación con ella)
¿Por qué pienso en
ella tanto tiempo? Desde la mañana a la noche la tengo presente y aunque no la
vea la siento muy cerca, como mi sombra; a veces siento que necesito un
respiro, más espacio, pero sigue ahí. Sé que es ella porque mi sombra real se
desplaza con el sol, a veces detrás, a veces delante y de vez en cuando a un
lado, sin embargo ella siempre está ahí, detrás de mí.
Tengo claro que no
nos resultamos indiferentes y también percibo que de manera constante está
pendiente de lo que digo y de lo que hago y aunque confieso que me agrada, en
ocasiones puede provocarme cierta incomodidad al constatar que no se le pasa
nada por alto, pero no quiero perderla, he aprendido a necesitarla.
Admito que todo
esto me genera cierta presión hasta el extremo de caer en la duda, he llegado a
situarla en el centro de mi vida por lo que tal vez eclipse mi propia esencia,
pero un buen amigo me dijo: “Si no te fías de ella y de sus buenas intenciones
¿De quién te vas a fiar?” Como no soy contrario a la crítica y suelo encajarla
desde la positividad he decidido romper con todas mis inhibiciones y seguir a
su lado, sin temores ante sus señales, sin miedo ante el compromiso de
aceptarla sin barreras ni prejuicios.
Tanto los cursos a
los que he asistido como los libros que leído, todos ellos relativos al
desarrollo personal, me han permitido ciertos avances deseados, sin embargo, en
el terreno del autoconocimiento solo ella, tan solo ella, me ha propiciado un
crecimiento significativo y me ha hecho comprender que es imposible llegar a
saber quién eres si desconoces “quién no eres”.
Sí, es ella, “Mi
Conciencia”, la que lucha cada día por proporcionarme un conocimiento reflexivo
de las cosas, me susurra sobre lo ético y los juicios sobre el bien y el mal de
mis acciones, me ayuda a saber quién soy y sobre todo “quién no soy”.
La conciencia se
define en general como el conocimiento que un ser tiene de sí mismo y de su
entorno, se refiere a la moral o a la recepción natural de los estímulos del
interior y el exterior. Pero para mí es algo más, es la compañera que he
elegido para recorrer el camino de mi vida, y dado que la conciencia se forja
desde la razón y la voluntad, estos dos ámbitos serán objeto de mi atención,
algo que no pienso descuidar para cuidar de ella.
Trabajar mi razón desde
la serenidad y ejercitar con sacrificio mi voluntad, contribuirá a la posesión
de una conciencia limpia abierta y expresable, y sazonada con el debido respeto
a las opiniones de los demás, creo que han de ser el aliño que todo paladar
pueda degustar.
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