RICOBLOG

RICOBLOG

miércoles, 24 de octubre de 2012

EL "KIT" DE LA VIDA



Cuando nacemos la vida nos proporciona un kit para su recorrido, es decir, recibimos un conjunto de artículos y utensilios para conseguir un determinado fin, en ese kit encontramos dos compartimentos claramente diferenciados: El de los artículos que nos trae las adversidades, dificultades y contratiempos, y el de los utensilios que nos proporciona las capacidades personales y el potencial para desarrollarlas.
Entre los artículos, que en definitiva serán obstáculos o barreras a superar, sin duda encontraremos la apatía, el conformismo, la pereza, en definitiva todo aquello que puede ejercer una influencia negativa en los diferentes estados de ánimo en los que podemos llegar a encontrarnos, entre los utensilios hallaremos herramientas como el esfuerzo, el compromiso, la persistencia, pero para mí la auténtica “llave Allen” de nuestras capacidades, que también viene en el kit, es la voluntad.
Sin duda la voluntad pertenece al terreno del libre albedrío o libre determinación, es la facultad de decidir y ordenar la conducta personal, es el único antídoto ante la situación ilusoria de encontrar o conocer atajos y es que los obstáculos o barreras han de gestionarse y no atajarse, cierto es que se gestionan a base de ilusión, de esfuerzo, de compromiso, de persistencia, etc., pero todas esas capacidades precisan de la voluntad.
Cómo seres humanos estamos capacitados física y mentalmente para lograr metas, pero para ello hemos de asumir la responsabilidad de pelear por nuestros objetivos y, en mi opinión, el potenciador de tal opción es la voluntad. La voluntad es la estructura muscular de nuestras capacidades o conductas, por lo que deberá ser ejercitada o se debilitará como ocurre con cualquier músculo.
La voluntad precisa ser cultivada lo que implica esfuerzo y constancia, mantener el músculo de la voluntad tonificado de forma adecuada nos evitará caer en la frivolidad del abandono o en la apatía, una voluntad cultivada nos proporcionará la protección suficiente ante la pereza, la dependencia, las malas costumbres y muchos otros vicios de alta toxicidad para la persona.
En algún momento alguien me recomendó algunos ejercicios para fortalecer la voluntad, en concreto fueron estos:
Crear buenos hábitos: Romper rutinas que sabemos que no nos aportan nada o que nos perjudican, pero que nos complace hacer, acciones que incluso internamente nos recriminamos y nos gustaría cambiar, pero a las que volvemos una y otra vez.
Establecer prioridades: Identificar lo que realmente es relevante, lo importante para la vida de uno y centrar en ello la atención inmediata para concluirlo.
Desarrollar conocimientos: Abrir la mente a nuevas posibilidades y aprender de aquellos que progresan mediante el esfuerzo.
Si a veces te parece difícil asumir un compromiso, si no siempre encuentras fácil afrontar un determinado esfuerzo, no debieras olvidar que lo único que lo hace posible es la voluntad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario