RICOBLOG

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jueves, 1 de diciembre de 2011

RESIGNACIÓN, TOLERANCIA O ACEPTACIÓN

Resignación, Tolerancia y Aceptación, sin duda suenan a términos convergentes y que los tres implican que “algo se admite”, pero las diferencias surgen cuando se analiza en qué grado o con que consecuencias se realiza esa admisión.

Los términos mencionados responden a la forma sustantiva de los verbos resignar, tolerar y aceptar. Resignar significa: “Someterse, entregarse a la voluntad de alguien, conformarse con las adversidades”. Tolerar es: “Sufrir, llevar con paciencia, resistir, soportar”. Y Aceptar: “Aprobar, dar por bueno, acceder a algo”.

Una vez más el propio lenguaje tiene una dimensión emocional, y es que mis sensaciones serán distintas cuando me someto, cuando soporto o cuando acepto. Mi forma de percibir las cosas y en consecuencia mis reacciones vendrán condicionadas por los estímulos que condicionen mi conducta.

Desde la postura de la “Resignación” se realiza un acto de abolición de la personalidad, se cae en el sometimiento, se renuncia a la propia voluntad y uno se entrega a lo inevitable: “Nada depende de mí, todo sucede porque no podía suceder de otra manera… ¿Qué podía hacer yo?”. Eso es lo que se dice el resignado, ajeno a su posible protagonismo en todo aquello que le sucede. ¡PARA MÍ ES COBARDÍA!

¿Y desde la “Tolerancia”? ¿Qué sucede desde la tolerancia? Tal vez es la respuesta ante aquello que no nos gusta pero que no queremos o no nos atrevemos a hacer frente, que nos hace pensar que socialmente nuestro posicionamiento puede ser cuestionado, o que nuestro fuero interno aun se cuestiona. ¡PUEDE NO SER COBARDÍA, PERO SÍ FALTA DE CLARIDAD!

Y nos queda la “Aceptación”, la aceptación es un estado emocional que nos permite una comunión perfecta entre quienes somos y lo que pasa a nuestro alrededor, solo desde la aceptación podemos comprometernos con lo que sucede y solo eso, el compromiso, nos permite convertirnos en actores de los acontecimientos que nos rodean. Nos gusten o no, procurando potenciarlos o modificarlos, pero desde dentro y formando parte de ellos. ¿Cómo puedo no participar en aquello que me afecta personalmente?

Por otro lado, la idea de aceptación aparece muy vinculada a la psicología y la autoayuda. En este sentido, “aceptación” se refiere a que una persona aprenda a vivir con sus errores; es decir, que acepte su pasado. De esta manera, podrá encarar el futuro con una nueva perspectiva y aprovechar las oportunidades que le brinda la vida.

La aceptación también puede estar dirigida hacia otras personas, con un sentido similar: aceptar sus errores y sus equivocaciones, priorizando lo bueno por encima de aquellas cuestiones que generan dolor, rechazo o cualquier otra emoción que clasificaríamos como negativa.

La aceptación incluso puede referirse a la aprobación física, cuando un sujeto tiene que aprender a aceptar su cuerpo tal como es y evitar sentirse deprimido al respecto.

La decisión es tuya: “Resignación, Tolerancia o Aceptación”. Mi opinión, que nunca consiste en una recomendación o consejo, es que: La resignación es pobre, la tolerancia es gris y la aceptación te hace grande. 

4 comentarios:

  1. José Luis que gran entrada!me ha encantado poder leer esas magnificas palabras!Yo hasta hace tiempo utilizaba la resignación pero un buen día apareció en mi vida un curso de inteligencia emocional que cambio mi vida y me hizo sentir por primera vez una persona libre que elige aceptar, aprender, disfrutar y vivir!!!Un abrazo!

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  2. Creo que tienes razón, en mi opinión solo se puede crecer desde la aceptación.

    Un largo abrazo.

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