RICOBLOG

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martes, 19 de julio de 2011

MIS QUIMERAS. "Desesperación bajo cero"

Detuve mi 4x4, de doble tracción, sobre el hielo, me erguí en el asiento y escudriñé lo que había frente a mí: una delgada capa de aguanieve cubría la superficie congelada del lago. No era raro encontrar aguanieve en esas fechas, pero me pareció arriesgado seguir y decidí volver a terreno firme, unos veinte metros atrás.
De pronto sentí una sacudida ¡El hielo! Uno no lo nota hasta que se encuentra encima de él. El 4x4 se inclinó hacia adelante y un instante después el hielo cedió bajo su peso, el 4x4 resbaló hacia el fondo agitando el agua y succionándome con él, automáticamente inicié un pataleo y sacudida de brazos tratando de salir a flote, pero era imposible, la fuerza que me arrastraba hacia el fondo era más fuerte que mi instinto de supervivencia.
En esos momentos, una mezcla de rara calma y extenuación me hicieron abandonar mi baldío esfuerzo, con cierta desesperación advertí que mi inmersión continuaba y así fue durante unos tres metros aproximadamente hasta que noté pisar fondo, aprovechando esa situación y que el agua había recuperado una gran parte de su calma, me impulsé con fuerza hacia la superficie, logrando aferrarme al borde del hielo, con medio cuerpo aun dentro del agua; era consciente de que debía hacer algo rápidamente o se iniciaría un proceso de congelación en mis piernas.
Tras un esfuerzo más, que a mí mismo consiguió sorprenderme, logré encaramarme al borde, sacando todo mi cuerpo del agua; mi siguiente temor fue que el hielo volviera a romperse si trataba de caminar hasta tierra firme; me coloqué boca abajo y empecé a reptar lentamente hacia la orilla del lago, aquellos minutos me parecieron interminables, pero al final alcancé mi objetivo.
Razonablemente recuperado del inconcebible y titánico esfuerzo que acababa de realizar y consciente de que ni mucho menos todo había terminado, decidí que mi mejor opción sería la de caminar hacia el este, en dirección opuesta a la que había tomado para llegar allí, remontar un cerro y bajar a la ensenada, donde pensé que podría encontrar ayuda, calculaba que podría hacerlo en algo menos de una hora y antes de que el frío empezase a hacer estragos en mi físico y en mi ánimo.
Tras alcanzar la cima del cerro, pude comprobar, para mi desconsuelo, que mi anhelada ensenada era simplemente una franja desierta cubierta de hielo y nieve lo que me llevó a variar mi decisión y volver atrás, conocía la existencia de un refugio que alguna vez había utilizado, la pega es que se hallaba a varios kilómetros de distancia, pero confiaba en poder lograrlo.
Decidí caminar en línea recta por una serie de cañadas poco profundas, pensando que subir y bajar un terreno algo accidentado me ayudaría a conservar el calor, pero poco a poco noté como me iba sintiendo agotado y entumecido, mi ropa estaba cada vez más rígida a causa de la humedad y el frío, fue en esos momentos cuando empecé a temer por una posible hipotermia.
Buscaba desesperadamente donde refugiarme, pero aquel inhóspito paraje no parecía ofrecer abrigo alguno, así que debía concentrarme en seguir mi camino entre los riscos y cúmulos de nieve mientras sentía como el frío continuaba debilitando mis fuerzas, cada vez más escasas; con el pelo apelmazado y mi ropa cada vez más mojada me sentí exhausto e incapaz de moverme, solo notaba, mientras mis párpados se cerraban, como mi cuerpo se resistía a la inmovilidad y se arrastraba lenta y pesadamente por un lecho de nieve que ahora me abrasaba.
De pronto tuve la sensación de que todo había terminado y por fin me encontraba en paz, mientras oía una suave y melodiosa musiquilla celestial, rodeado de potentes y brillantes luces que solo me permitían intuir unos contornos alrededor mío que hablaban sobre algo: ¡Parece mentira que lo haya logrado! ¡Si ustedes no llegan a encontrarle a tiempo y lo traen hasta el hospital en su trineo, no lo hubiese logrado!
En fin, si antes de esta experiencia alguien me hubiese preguntado que opino de la “soledad” hubiese respondido que se trata de una emoción poco deseable, si me preguntan hoy diría que es una situación que puede llegar a ser peligrosa y es que tan solo la soledad y la soberbia te niegan la posibilidad de recibir ayuda.

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