RICOBLOG

RICOBLOG

jueves, 13 de enero de 2011

HABLAR EN PUBLICO

¡Lo primero es lo primero! Y esto quiere decir que cuando alguien va a dirigirse a un colectivo de personas, si quiere alcanzar un mínimo de satisfacción de quienes le escuchan, precisa de un mensaje próximo a la realidad e interés de su auditorio.
Tomando lo anterior como obvio, la cuestión se reduce a lograr, para los asistentes, una exposición asequible, amena y en la medida de lo posible entretenida.
En definitiva estamos ante una clásica dicotomía:
·         ¿Qué tengo que transmitir?
·         ¿Cómo voy a hacerlo?
En el primero de los ámbitos, contenido del mensaje, si éste no es cercano al auditorio que ha de recibirlo solo ser un maestro del monólogo te librará de la más espantosa de las conferencias.
Sin embargo, una mala presentación de un tema, aun próximo al auditorio, arruinará tu conferencia.
En un punto intermedio, la medida del éxito vendrá determinada en el medido y cuidado desarrollo de los “CÓMO”, en función del grado de afinidad de los “QUÉ” con el auditorio.
Llegado a esto, la pregunta es inevitable ¿Qué recursos pueden ayudarme para hablar en público? Aquí cobra realidad el tópico de que no debe hablarse con las manos en los bolsillos, pero… ¿Por qué? Porque deben estar vacios ya que es el auditorio al que hay que meterse en el bolsillo, y es cierto que hay algunos “trucos” que nos pueden facilitar el lograrlo, como…
1. La duración de la intervención deberá estar en función del “programa”, una recomendación sobre tiempos podría ser: una charla 10 minutos, una ponencia 20 minutos, una conferencia 60 minutos y en ningún caso sobrepasar los 90.
2. Si no has sido presentado al auditorio deberás hacerlo tú, por ello llévate siempre preparada una buena venta personal, ha de ser sencilla pero ha de ser tu primer argumento de enganche.
3. Un inicio anecdótico suele predisponer a tu favor al auditorio. Por ej: “Me gustaría dejar claro que la frugalidad del almuerzo no ha sido idea mía, nunca me ha molestado que algunos duerman mientras hablo”. Evidentemente hay que decirlo en tono de broma y no puede parecer artificial.
4. Mimetizarte lo antes posible con el auditorio, incluyéndote explícitamente en el mismo, con frases como “con lo que desarrollaremos el rol que nos corresponde a los asesores en materia de previsión y ahorro”. Acabas de colocarte cómo uno más de ellos.
5. Conocer el nombre de pila de algunos asistentes y usarlo cuanto antes, resulta atractivo para quién así se llama y para el resto del auditorio la percepción es de un entorno de familiaridad confortable.
6. Durante la exposición tu actitud deberá ser cordial, educada y respetuosa, aunque algunos se manifiesten en contra de tu disertación, pero sin perder firmeza.
7. El orador debe tener como objetivo cubrir las expectativas de su auditorio y no el de lucirse o apabullar con sus conocimientos.
8. Si hay que dar datos hacerlo preferiblemente en porcentajes, las cifras cansan y generan confusión.
9. No hay que excederse en los argumentos o desarrollos, un par de bostezos, alguna mirada esquiva o conversaciones en voz baja son indicios de que la conexión se está rompiendo.
10. La forma de vestir debe ser lo más neutra posible, de tal manera que ni desentone ni distraiga.
11. Un soporte neutralizante, que colabora en el disimulo de los nervios iníciales, es tener en las manos un libro, un bolígrafo, un puntero, etc.
12. El contacto visual con el auditorio es el cordón umbilical que mantiene la atención, el barrido visual en forma de caracol resulta de lo más efectivo.
13. No te dediques a leer lo que quieres o tienes que decir, es la forma idónea de que el auditorio desconecte de ti.
14. Si tu experiencia de hablar en público es mínima, practica una y otra vez antes del momento de la verdad y cuando estés en él, recuerda que un vaso de agua es un respiro tanto para el que habla como para el que escucha.
15. Procura erradicar las muletillas, son tan endemoniadas que sólo molestan a quién las escucha y resultan imperceptibles para quién las utiliza.
Y por último, al finalizar la conferencia no te olvides de dar las gracias al auditorio en un tono lo suficientemente alto que permita que se despierten aquellos que sucumbieron al sopor, a pesar de lo interesante de tu exposición, estos también hablarán bien de la conferencia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario