Cuando conversamos utilizamos el lenguaje, el cuerpo y las emociones; la interacción de estos tres elementos nos otorga un cierto grado de credibilidad o no, en lo que decimos, en función de la coherencia que guarden entre sí.
También hay conversaciones internas, suelen responder al temor o a la experiencia, que sentimos o tenemos, ante la necesidad de tomar decisiones importantes, conversaciones claves pero que pueden ser un lastre cuando conversamos con otros.
Y es que cuando interactuamos con otros es preciso escuchar y es ahí donde naufragan muchas conversaciones ya que una aparente pose de escucha puede ser simplemente una espera de turno para volver a hablar sin prestar la atención debida.
Cuándo has de escuchar: ¿Callas mientras atiendes a tu conversación interna o estás en silencio sin interferencias recónditas?...
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