Osho,
personaje polémico y perseguido, entre muchas otras cosas escribió: “Hay muchos
tipos de libertad - la social, la política, la económica - pero son solo
superficiales. La verdadera libertad tiene una dimensión totalmente diferente.
No tiene que ver nada en absoluto con el mundo externo; surge de tu
interioridad. Es libertad de condicionamiento, de todo tipo de
condicionamientos, ideologías religiosas, filosofías políticas. Todo lo que te
ha sido impuesto por otros te pone grilletes, te encadena, te aprisiona, te
hace esclavo…”
Podemos
afirmar que la libertad no es una condición estrictamente psicológica, como
tampoco lo es filosófica, en mi opinión es al conjunción de ambas, es la que
nos proporciona el carácter interno y el carácter externo de todo un cúmulo de
valores; es bastante frecuente asociar la libertad a la acepción de lo bueno y
lo malo, pero ello nos circunscribiría a un terreno fundamentalmente teológico,
cuando de forma habitual resulta ser
meramente artificial.
A mí me
parece claro y sencillo, la libertad es la capacidad del ser humano para obrar
según su propia voluntad a lo largo de su vida. En este punto podrías
preguntarte: ¿Cuántas veces actúo conforme a la voluntad de otros?, ¿En cuantas
ocasiones soy el primero en condicionarme por lo que opino que pensarán los
demás?, ¿Cuántas veces dejo de ser yo mismo para ser quién creo que quieren
otros que sea?
La verdadera
libertad no se puede eliminar, no se puede contradecir, no se puede trasladar para
mostrarla como de otros; la libertad tiene mucho que ver con la autoconciencia,
con la autenticidad, con eso que solemos llamar “libre albedrío”, la verdadera
libertad tiene que ver con tu línea de conducta que puede llevarte desde tu
máxima degradación a tu máxima grandeza.
La verdadera
libertad terminará definiendo tu situación, circunstancias y todo aquello que
te rodea desde tu condición, desde lo que ni te oprime ni te subyuga, desde lo
que ni te empuja a subyugar u oprimir a otros, cuando te aferras a tu propia
libertad estás próximo a ser libre, cuando estás más cerca de la pretendida
libertad de otros, eres esclavo.
La Libertad
puede o no ser un sinónimo de rebelión o de revolución, aunque también pueda
serlo; la persona debería ser libre desde lo más profundo de su ser, la
verdadera libertad ha de entenderse como un derecho y no como un ideal, sin
duda responde a una determinación libre e individual, evidentemente es una
condición interna y tiene varios significados:
- Capacidad para actuar de conformidad con los valores propios.
- Capacidad para actuar conforme a valores de tipo universal (por ejemplo el bien y el mal).
- Capacidad de actuar con independencia de la razón y motivados por la parte emocional de uno mismo.
- Capacidad para actuar de acuerdo con los dictados de la razón.
Esto nos
lleva a convenir que tan diferentes conductas nos puedan llevar a la
compaginación o a la confrontación, a ser o no ser, incluso a dudar de nosotros
mismos y puede llegar a ser peor cuando ni siquiera dudamos.
Tienes en tu
poder la libertad de ser libre, o tienes en tu poder la libertad de ser
esclavo, en ambos casos será tu propia autodeterminación como persona y
fundamentalmente serás tú quién la defina ¡Tú eliges!
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