En un momento de
sinceridad, en un momento de acercamiento me atrevería a hacerte una pregunta:
¿Hay algo que deseas vivir, hay algo que quieres pero aun no has hecho? Sin
duda es la consecuencia de una cruenta pelea entre tu verdadero ser y tu mente
y limitaciones.
Tu ideología, tus
convicciones, tus costumbres, tus creencias, aquellas que vives con firmeza te
moldean, te proporcionan una personalidad propia que a veces, e ignorándolo, te
nutren de una forma radical de actuar, que te empujan a actuar desde lo que
consideras tus principios y no desde tus deseos.
Creo que se puede y
se debe abrazar la “verdadera verdad” de cada uno y desde ese punto de visto
resulta lógico y aceptable el reconocerla y aceptarla, podemos hacerlo de
manera inmediata o como resultado de algunas preguntas, tales como: ¿Cuál es mi
“verdadera verdad”? ¿Cómo puedo identificarla? ¿Me sirve para algo vivirla?
¿Puedo modificarla?
Si de verdad te
sientes libre, entusiasta, alegre, realizado, etc., entonces estás actuando
desde tu verdadera identidad, si te sientes contrariado, condicionado, triste,
desdibujado, etc., estás viviendo desde tus limitaciones. Despégate de tus
justificaciones, supera tu racionalización y elévate por encima de los ¿Cómo?
Recuerda que
nuestra mente es algo limitado y desde luego no está diseñada para presuponer
como será el futuro y que cosas van a suceder, ello te legitima para pelear por
tus sueños, por tus proyectos y tratar de que se materialicen tus ideas, no
como son sino como te gustaría que fueran.
Llevas algún tiempo
deseando que algunas cosas cambien pero no puedes limitarte a esperar, tienes
que desprenderte de historias y convicciones, has de modificar unos cuantos
paradigmas, tienes que emprender el vuelo sin miedos, romper tus ataduras y esa
parálisis que te atenaza.
Es como volver a
navegar desde que decidiste “quemar tus naves”, no te agradaba el rumbo y lo
has vuelto a encontrar, tus cartas de navegación te ofrecen un destino
satisfactorio, tu bitácora recoge experiencias gratificantes, el mar no solo no
te mueve sino que te acompaña, ¿Qué más deseas? Se terminó navegar según las
corrientes y solo tú serás quién definas el puerto de atraque.
Hay dos palabras
claves: resistencia y resonancia; mientras que la resistencia impedirá que este
proceso solo sea un aprendizaje, la resonancia supondrá encontrarte con tu
“verdadera verdad”, actuar conforme a lo que también te dicta tu estado
emocional y no solo a lo que te dicta tu estado racional.
¡Puedes ser tú con
tu “verdadera verdad” o ser lo que pretendidamente entiendes que has de ser!
¡Tú decides!
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