Esta mañana cuando he entrado en el administrador de Blogger para ver las estadísticas de agosto, mes que le he mantenido inactivo y comprobar que todo estaba en orden para reiniciar la edición de nuevas entradas desde mañana 1 de septiembre, conforme a mi compromiso, he tropezado con dos sorpresas:
La primera es que el Blog sigue funcionando sin mí, pues en un mes como agosto y sin ninguna novedad en su contenido, se han registrado prácticamente mil quinientas visitas vuestras; la segunda sorpresa ha sido un mensaje emergente de Google AdSense que me recomendaba “monetizar” mi blog, en base a una aparente popularidad del mismo; popularidad que a mí no me parece aparente, sino sorprendente e inesperada.
Pero, ¿Exactamente que me estaban proponiendo?, pues simplemente ganar dinero a cambio de permitir insertar publicidad en el blog. Mi dedo índice fue mucho más rápido que mi mente, haciendo inmediatamente “click” en la opción “no gracias”, y eso me hizo sentir bien, mi cuerpo y mi mente, aunque fuese a velocidades distintas, habían reaccionado en la misma dirección, y eso no siempre es así.
Mi único y sincero objetivo al poner en marcha Ricoblog, y así lo manifestaba en la entrada conmemorativa de las 1.000 primeras visitas, era tratar de propiciar un canal de comunicación, a través del que proyectar todo aquello que leo, oigo, veo y pienso, así como las reflexiones a las que me lleva todo ello, y así deseo que siga siendo.
Creo que navegar por Internet sorteando banners, no deseados, no es nada cómodo, por no decir que puede llegar a resultar incluso molesto; por ello, Ricoblog continuará virgen de ofertas publicitarias. ¡Mis principios y vuestra fidelidad así me lo exigen! GRACIAS.