Hoy he decidido jugar, no tengo ganas de pensar ni quiero reflexionar, quiero escribir sin parar y con las palabras bailar,
deseo experimentar, como diría mi
excelsa madre “pretendo con las palabras danzar”,
algo podría ser azar pero sé que lo
voy a lograr, mi meta será llegar y desde luego lo voy a intentar, es un juego, es una broma,
pero… ¿Me quieres acompañar?
Cuando oigo tu
agradable acento, noto nacer ese momento en que me siento contento, en el
que nada lamento y garantizo que no miento, recibo ese aliento y no es un experimento,
es fresco como el viento ciento por ciento; en ocasiones intento que no me afecte tu acento pero siempre llega el momento, me siento contento, recibo tu aliento
y la frescura del viento ¿Acaso no
es cierto lo que siento?
Sin embargo tu ironía me provoca manía y es que siempre la lía,
apela a mi antipatía o ausencia de simpatía, siempre acaba vacía sin que haya forma de llenar su alcancía, y el caso es que lo sentía, mejor aún lo intuía, jamás coincidía lo que se pensaba con lo que se decía; no reía ni vivía con tu ironía ¿Tal vez solo era mi manía?
El ir de aquí para
allá me hace dudar, algo en lo que
muchas personas se van a escudar,
pero yo quiero luchar, quiero subir
aunque tendré alguna vez que bajar,
sobre todo quiero avanzar, progresar y nunca me dejaré anegar, no es que disfrute
especialmente del agua pero en esta quiero nadar,
mantener mi voz a flote y dejarme escuchar
¿Quieres conmigo flotar?
Aunque con toda seguridad hay aspectos que incrementan
mi serenidad, eliminan mi intranquilidad y mi fragilidad, potencian mi emotividad, refuerzan mi seguridad y su viabilidad haciendo más confiable una abierta receptividad, es verdad
y forma parte de mi responsabilidad,
dando forma a mi libertad y
acentuando mi asertividad, dime tú
¿Debiera esconder mi responsabilidad
ahogando mi verdad?
Puede parecerte un
ejercicio breve, puede parecerte un ejercicio bobo, pero a mí me ha llegado al alma y me ha transmitido una inmensa calma, un acercamiento con una parte de
mi mismo, algo que me salva de lo
que fui o pude ser, aquello que de mi salga
y por ello me valga, en plan vulgar
diría que es ir de nalga, pero me
niego, ¿Vienes conmigo con toda tu alma?
Dime si es cierto
lo que siento y no miento, en todo momento lo intento, y si
no sale no lo lamento aunque lo
persigo con todo mi aliento, se que
puede importarte un pimiento y en el
fondo lo presiento, solo pido que
entiendas mi momento y en la medida
de lo posible mi fundamento.
Inténtalo aunque te
parezca “tonto”, inténtalo aunque te parezca frívolo e ineficaz, el ejercicio
puede llegar a sorprenderte, todo apunta a que no es más que un juego de
sincronización de palabras, pero lo cierto es que te exige pensar y estar de
acuerdo con lo que escribes ¡Suerte!